Estas vacaciones de invierno en Argentina volvieron a traer a José Ignacio a todos aquellos que disfrutan de las caminatas por las playas solitarias, los paseos en bicicleta por sus calles, bosques y aprovechar para visitar esos lugares que están abiertos todo el año como La Huella, Sentido o lo de Jean Paul Bondoux.
En los largos mediodías de La Huella se puede ver a la gente de siempre, los extranjeros que se deslumbran con la magia del lugar y su gente, además, por supuesto, de sus exquisitos platos.

Un matambrito de cerdo o un pescado a las brasas con una buena copa de vino, el volcán de chocolate y un café, disfrutados en los tiempos que se merecen, con un música especial, son algo que en estas tardes de invierno, en La Huella, no se pueden dejar pasar, al Estilo José Ignacio.
